INTEGRACIÓN NUMÉRICA
INTRODUCCIÓN
En ingeniería se presenta con frecuencia la necesidad
de integrar una función que sería, en general, de
una de las tres formas siguientes:
- Una función simple y continua tal como un polinomio,
una función exponencial o una función trigonométrica.
- Una función complicada y continua que es difícil o
imposible de integrar directamente.
- Una función tabulada en donde los valores
de X y f(X) se dan en un conjunto de puntos
discretos, como es el caso a menudo, de datos experimentales.
En el primer caso, la integral simplemente es una función que se
puede
evaluar fácilmente usando métodos analíticos aprendidos
en el cálculo. En los dos últimos casos, sin embargo,
se deben emplear métodos aproximados.
Las fórmulas de integración de Newton-Cotes son
los esquemas más comunes dentro de
la integración numérica. Se basan en la estrategia de
reemplazar una función complicada o un conjunto de datos
tabulares con alguna función aproximada que
sea más fácil de integrar.
La integral se puede aproximar usando una serie de polinomios aplicados
por partes a la función o a los datos sobre intervalos de
longitud constante.
Se dispone de las formas abierta y cerrada de
las fórmulas de Newton-Cotes. Las formas cerradas son aquellas
en donde los puntos al principio y al final de los límites de
integración se conocen. Las fórmulas abiertas tienen
los límites de integración extendidos más allá del
rango de los datos. Las fórmulas abiertas
de Newton-Cotes, en general, no se usan en
la integración definida. Sin embargo, se usan extensamente
en la solución de ecuaciones diferenciales ordinarias.
REGLA DEL TRAPECIO
La regla del trapecio o regla trapezoidal es una de
las
fórmulas cerradas de Newton-Cotes.
Considérese la función f(X),
cuya gráfica entre los extremos X = a y
X = b se muestra en la fig. 1.
Una aproximación suficiente al área bajo la curva
se obtiene dividiéndola en n fajas de ancho
y aproximándo el área de cada faja mediante
un trapecio, como se indica en la figura.
Fig. 1
Llamando a las ordenadas Y
i (i = 1, 2, 3, ...., n+1),
las áreas de los trapecios son:
|
|
(1) |
El área total comprendida entre
X = a y X = b está dada por:
|
|
(2) |
Sustituyendo las ecs. (1) en esta expresión se obtiene:
|
|
(3) |
La cual recibe el nombre de Fórmula Trapezoidal, y
se puede expresar como:
|
|
(4) |
En esencia, la técnica consiste en dividir el intervalo
total en intervalos pequeños y aproximar la
curva Y = f(X) en los diversos
intervalos pequeños mediante alguna curva más simple
cuya integral puede calcularse utilizando solamente las ordenadas
de los puntos extremos de los intervalos.
Si la función f(X) se puede expresar como
una función matemática continua que tiene derivadas
continuas f'(X) y f''(X), el error que resulta
de aproximar el área verdadera en una faja bajo la
curva f(X) comprendida entre
Xi y
Xi+1 mediante el área de un
trapecio, se demuestra que es igual a:
|
|
(5) |
Este error es la cantidad que se debe agregar al área del
trapecio para obtener el área real. Se llama Error por
Truncamiento, ya que es el error que resulta de utilizar una
serie de Taylor truncada, en vez de una serie de Taylor completa,
para representar en forma de serie el área de una faja.
Generalmente no se puede valuar directamente el término mostrado
como error por truncamiento. Sin embargo, se puede obtener una
buena aproximación de su valor para cada faja suponiendo
que f '' es suficientemente constante en el intervalo de
la faja (se supone que las derivadas de orden superior son despreciables)
y evaluando f '' para
.
La estimación del error por truncamiento para
la integración total se obtiene sumando las estimaciones para
cada faja. Si la estimación obtenida para el error total
por truncamiento es mayor de lo que se puede tolerar, se debe utilizar
una faja más angosta o un método más preciso.
Otro error que se introduce al obtener el área aproximada
de cada faja es el Error por Redondeo. Este se produce
cuando las operaciones aritméticas requeridas
se efectúan con valores numéricos que tienen
un número limitado de dígitos significativos.
Se puede demostrar que una aproximación a el límite del
error por redondeo es:
|
|
(6) |
Tenemos entonces que el límite en el error por redondeo
aumenta proporcionalmente a
,
lo cual pronto domina al error por truncamiento que es proporcional a
. En
realidad, el error por redondeo en sí no crece proporcionalmente
con
sino
con
en
que 0 < p < 1, pero sin embargo aún supera
al error por truncamiento
si
decrece
lo suficiente.
El error por redondeo se puede minimizar utilizando aritmética de
doble precisión o mediante compiladores que pueden manejar
un gran número de dígitos significativos.
De la información anterior se puede ver que
el error total en el intervalo de integración deseado,
es la suma de los errores de truncamiento y redondeo. Si
el error total se debiera únicamente al error por
truncamiento, se podría hacer tan pequeño como se
deseara reduciendo suficientemente el ancho de la faja. Por ejemplo,
bisectando el ancho de la faja se duplicaría el número de
errores por truncamiento que hay que sumar, pero la expresión para
el error en cada faja indica que cada uno sería aproximadamente
un octavo de su valor previo.
Sin embargo, disminuyendo el ancho de la faja
se afectaría también el error total al aumentar
el error por redondeo, debido al mayor número de operaciones
que hay que efectuar al valuar la ec. (3). Entonces, cuando se disminuye
el ancho de la faja para disminuir el error total, existe un
punto óptimo en el cual disminuciones adicionales del ancho de
la faja harían que el error aumentara en lugar de disminuir,
porque el error por redondeo se volvería dominante. El
ancho óptimo de la faja para una función especial se
puede determinar fácilmente en forma experimental en la
computadora (suponiendo que el área real bajo
la gráfica de la función se puede valuar) pero
es difícil definirlo analíticamente.
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